Sentir una gran sorpresa, en general no agradable.
“Me quedé de piedra cuando me dijeron que mi novio estaba casado y que tenía dos hijos en su país de origen”.
Sentir una gran sorpresa, en general no agradable.
“Me quedé de piedra cuando me dijeron que mi novio estaba casado y que tenía dos hijos en su país de origen”.