Dejar lo importante y detenerse en lo superficial, o dar muchas vueltas al hablar.
“Este político no contesta nunca a las preguntas de los periodistas. Siempre se anda por las ramas”.
Dejar lo importante y detenerse en lo superficial, o dar muchas vueltas al hablar.
“Este político no contesta nunca a las preguntas de los periodistas. Siempre se anda por las ramas”.