Se usa para despedir a alguien o terminar una conversación de mala manera. También puede ser de broma, si se hace con personas de confianza.
“Vete a hacer puñetas, tonto. Que no cumplo cincuenta años, que todavía tengo cuarenta y nueve”.
Se usa para despedir a alguien o terminar una conversación de mala manera. También puede ser de broma, si se hace con personas de confianza.
“Vete a hacer puñetas, tonto. Que no cumplo cincuenta años, que todavía tengo cuarenta y nueve”.